LA SANACIÓN

¿Que es La Sanación?
¿Cuál es la esencia de la sanación? ¿Qué sucede cuando alguien logra 'estar bien', ya sea a nivel psicológico, emocional o físico?
Lo que sucede es que esta persona es capaz de conectarse, en un nivel más profundo, con su propia luz interior, con quien él o ella realmente son. Esta conexión tiene un efecto sanador en todas las capas del ser, en el nivel psicológico tanto como en los cuerpos físicos y emocionales.
Lo que cada persona busca en un sanador o terapeuta es un espacio energético, en el cual él sea capaz de contactar su propia luz interior. El sanador o terapeuta puede ofrecer este espacio porque él ya ha hecho esta conexión dentro de él mismo. El sanador tiene a su disposición una frecuencia, una frecuencia energética dentro de su ser, la cual tiene la solución para el problema del que busca la sanación.
Ser un sanador o terapeuta significa: llevar la frecuencia energética de la solución en su campo de energía y ofrecerla a alguien más.
© Pamela Kribbe 2005



La Sanación es un arte.  Es el arte del intercambio terapéutico, donde paciente y sanador se encaminan hacia el contacto más íntimo, más profundo, más esencial del ser humano: sanar.  Todo ser humano es capaz de sanar.  Cuando entramos a la escucha del sufrimiento humano, estamos sanando.  Sanar es aliviar la enfermedad, aumentando la visión de la vida hacia otras dimensiones más profundas.  Sanar es ampliar la visión hacia los contextos, ir hacia lo realmente significativo.  Sanar es acompañar.  Sanar es estar en la escucha absoluta, en el presente más real, sanar es comprender y atender, es entrar en la dimensión de lo realmente humano.  Sanar es aliviar, es dar sentido al sufrimiento.  Sanar es Sanar.

Para ello es necesario un lenguaje común, una actitud común, un propósito común.  El auténtico y verdadero propósito está en el amor.  Sanar es entrar en el amor.  El amor dignifica nuestras relaciones humanas, nos hace ser coherentes con nosotros y con los otros, nos genera endorfinas, placer y sobre todo nos adentra en el presente.  Nos libera de los miedos, ansiedades, depresiones y otros estados del ser humano.  El amor es la base de todo acercamiento al sufrimiento.  El amor auténtico es acompañar, respetar, aliviar la enfermedad, de este modo elevamos la enfermedad hacia el territorio de lo heroico, de lo esencial: la comprensión.   Comprender es terapéutico.  Aquel que comprende recupera el sentido y puede saltar a otra realidad, curarse lo incurable, aliviar lo imposible...
Comprender es avanzar hacia la dignidad de lo que somos: seres humanos y no solo humanos.  El comprender nos encamina hacia la escucha del ser.  Cuando se preoduce un acto de sanación, entramos en la escucha auténtica y verdadera, para comprender el sentido y entrar en otro código.  Comprender acompaña el sufrimiento, lo acoge, lo recoge, lo expande y los disipa.  Todo sufrimiento llega para entrar en un orden mayor.  El mayor de los órdenes está en la apertura amorosa, en la comprensión, en el amor.  nuestro cuerpo es una bomba de energía que mantiene el cuerpo a 37 grados, es pura energía.  Cuando nos alejamos de nuestro propósito de vida, de nuestro verdadero sendero, se estableca la enfermedad.  la enfermedad es una señal de alarma, la enfermedad es un desgaste energético, es una fricción entre lo que deberíamos hacer y lo que realmente hacemos.  Por ello, a la enfermedad se la llama maestro, o enseñanza, o aprendizaje.  Comprender ayuda al proceso de liberación entre lo que somos y lo que realmente hacemos con nuestra vida.  cada enfermedad tiene un origen, un sentido, un propósito.  Solo podemos comprenderla, abrir los ojos a ella, reverenciarla y diluirla en una aceptación incondicional.  
Y así, de la enfermedad pasamos a la Comprensión y llegamos a la Sanación.



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EL ESTRUENDOSO CRUJIR DE UNA SEMILLA

Hay sonidos que me atraen especialmente…
Los sonidos insonoros que están más allá de la barrera
o más acá de los sentidos.
Si pudiésemos escuchar el estruendoso crujir de una semilla que germina.
Cualquiera serviría. 
Alguna produciría un crujido tenue, como un dulce quejido.
Alguna otra abriría su piel con un chasquido y por la grieta asomaría el brote.
Las hay gruesas, duras y rugosas,
que deberán ser ablandadas largamente, por el toque de vida de las aguas,
antes de poder dejar salir el don milagroso de la vida.

Si pudiésemos escuchar el estruendoso crujir de una semilla que germina.
Cualquiera,
que quisiera revelarnos que venía susurrándole a la fruta, desde el más profundo rincón de su existencia:“soy tú”.
Una voz callada que en  la oscuridad de su interior insiste: “soy tú, conmigo naciste fruto, soy tu alma, el fundamento de tu vida”.  
En el árbol, la fruta crece y madura, se ve cada vez más grande y más hermosa,
se descubre apetecible y lista para ser manjar y alimento…
Mas,  algo continúa vibrando dentro, como un pequeño volcán incontenible…
Es la pepa del alma que persiste: “Yo Soy tu mismidad del ser que eres hoy y que le da sentido a tu mañana, Yo Soy la eternidad que te acompaña, Yo Soy don y  misión que te reclama”

Si pudiésemos escuchar el estruendoso crujir de una semilla que germina.
Alguna,
que no fue acallada por la indiferencia, ni ahogada por el entorno,  
que no fue olvidada por el activismo, sino oída en el silencio,  
alimentada por la vida… acogida por la voluntad… 
la escucharíamos  quebrarse con voces de cien truenos y un relámpago,
con rizas de mil viejos y un resuello de niño
y una voz triunfal en medio de ese estruendo:  “Yo Soy… soy árbol… soy miles de manzanas…”

Millones de aplausos se escuchan desde lejos,
desde cada rincón de todo el universo,
el infinito pasado que celebra verse realizado
y el expectante futuro que le aguarda, susurran complacidos… "BRAVO"

MónicaMaría

DE CARA AL SOL

Cuál es la misión, preguntas…
Con tu cara de niña y manos de princesa.
Cuál es la razón, preguntas…
Con voz de aventura y aliento de tristeza.
Porque no puedo más, terminas susurrando
mientras cambias de silla,
sabiendo que hay un no sé qué, ni cuándo…

Será escuchar todo esto aquí - ahora?

Llegará el día no muy lejano,
cuando te vengan a buscar, buscando una respuesta…
llegará el momento de un nuevo ahora,
en que te encontrarán, encontrando una maestra…

Un sol de cara al Sol, que irradia e ilumina.
Un dios de cara a Dios, que ama y guía.
Lo que hoy recibe el cristal en su epidermis,
llegado a lo profundo retorna como espejo…

Sol de cara al Sol,
Dios de cara a Dios,
YO SOY – TODO y su reflejo…


MónicaMaría